El Cáncer de mama, se ha convertido en un problema urgente de salud pública mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año aparecen 1,38 millones de nuevos casos y 458.000 muertes en todo el mundo. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que cada año, en la región de Las Américas, más de 462.000 mujeres son diagnosticadas y casi 100.000 fallecen. Situación complicada para los países en vías de desarrollo, sin que Venezuela escape de esta realidad. Según el Observatorio Global del Cáncer (GCO, por sus siglas en inglés) de la (OMS), en 2018 se diagnosticaron 61.979 casos de Cáncer en Venezuela, de los cuales 9.215 correspondían a Cáncer de mama, actualmente en nuestro país se hace frente a esta enfermedad en medio de la crisis que desafía al sistema público de salud, debido a:
·
Inoperatividad
de quipos diagnósticos como: ecógrafos, mamógrafos, equipos de Radioterapia
entre otros.
·
Quirófanos
inoperativos por máquinas de anestesia dañadas y escases de insumos
·
Laboratorios
de anatomía patológica paralizados (por falta de reactivos)
·
Escases
de medicamentos oncológicos y adyuvantes.
Lo que ocasiona diagnósticos tardíos y tratamientos
que se prorrogan, provocando que la enfermedad evolucione y se complique. Pero concienzudamente
hay que hacerse las siguientes preguntas. ¿Por qué los riesgos de muerte por
esta enfermedad ascienden en esta época?, ¿por qué no hay garantía de un
diagnóstico oportuno y tratamientos completos, para que nuestras pacientes
tengan buen índice de sobrevivencia?
Para dar respuestas a estas interrogantes, se debe
tomar en cuenta la crisis multiforme que arropa al mundo y de la cual Venezuela
no queda excepta, (Crisis económica, alimentaria, ambiental, ético-política,
energética, laboral y social), se hará referencia a las tres primeras, ya que
de una u otra forma auspician la aparición de múltiples enfermedades, entre
ellas el Cáncer. En cuanto a la Crisis económica, se debe conocer que en el
mundo se produce cada vez más riquezas, pero existe aumento de pobreza, el
problema es que el 1 % más rico percibe y controla 90 % de la riqueza mundial,
el informe de la OXFAM 2017, revela que el 1% más rico de la población mundial
posee más riqueza que el resto del planeta, es decir hay concentración de la
riqueza, solo 8 personas poseen la misma riqueza que la mitad del mundo. O sea
que el crecimiento económico sólo beneficia a los que más tienen, a esto se le
añade que las empresas con mayor ganancia son las de salud (el complejo médico
industrial), lo que explica que la “salud” es un espacio para la producción y
acumulación de capital. ¿Ahora se entiende por qué es más rentable que las
personas se mantengan enfermas?
La segunda crisis a abordar es la alimentaria, según
la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación), Cada año se pierden en el mundo mil millones de toneladas de
alimentos, lo que representa cerca de 1/3 de los alimentos producidos, esto se
debe a las aplicaciones de los principios criminales del libre comercio, que
destruyen los mecanismos de producción, distribución, comercialización y consumo,
imposibilitando una distribución equitativa de alimentos y por ende la
supervivencia. Se calcula que 1.200 millones de personas soportarán hambre
crónica de aquí al 2025, realidad visible en las cotidianas escenas de muerte
de niños por inanición en Sudán, Argentina, Haití, Colombia y muchos otros
países. Así vemos como para el capitalismo actual la mejor forma de solucionar
el problema del hambre es devorando a los pobres, como lo sugería Jonathan
Swift en una modesta proposición (1729), cuando en forma satírica proponía que
los irlandeses pobres devoraran a sus hijos, con lo cual aparte de evitar la hambruna,
les ahorrarían a los niños más sufrimientos, o como gráficamente lo decía un grafiti
en la ciudad de Buenos Aires: “¡Combata el hambre y la pobreza! ¡Cómase a un pobre!”.
Este pasado amerita un profundo análisis y reflexión, porque en estos momentos
la situación alimentaria del mundo, de la que no escapa Venezuela, vulnera la salud
de los venezolanos. Aunada a las crisis antes mencionadas, debe considerarse la
crisis ambiental, hoy generalizada en el planeta, ya que son numerosos los
componentes de la degradación medio ambiental que hoy soportamos, en la que
deben incluirse la destrucción de fuentes de agua, la desaparición de suelos
fértiles, el arrasamiento de selvas y bosques, la disminución de la
biodiversidad, la extinción de especies animales y vegetales, la generalización
de distintos tipos de contaminación, la reducción de la capa de ozono y la
destrucción de ecosistemas. Todos estos componentes de la catástrofe ambiental
ponen en riesgo la continuidad de la especie humana, por su impacto sobre la
salud y la vida, debido a: inundaciones, olas de calor, derretimientos glaciares,
que traen consigo mortalidad por clima, enfermedades infecciosas, enfermedades
respiratorias, pérdidas de cosechas, deforestación, inadecuado abastecimiento y
mala calidad del agua, entre otros.
El panorama general según la OMS es que el 23% de las
muertes están relacionadas con el medio ambiente, esto representa unos 12,6
millones de muertes al año. Y según esta organización, 1/3 del cáncer es
atribuible al ambiente, la OMS ha clasificado 107 sustancias carcinógenas que
están acelerando el aumento de incidencia y mortalidad por cáncer, pero esto se
difunde poco ¿verdad?, ya que prima la insistencia de que falta voluntad
política, y poco se hace mención, a que la aparición de enfermedades como esta
y la crisis sanitaria en el mundo, es provocada en gran medida por todo lo
anteriormente expuesto, atribuyéndole las medidas coercitivas impuestas por el
gobierno Estadounidense, que limitan entre tantas cosas, la realización de los
principales estudios para detectar enfermedades, como el cáncer de mama, por el
impedimento que representa, comprar o reparar equipos para realizar mamografía,
ecosonograma de mama, tomografía, resonancia, radioterapia y finalmente la
compra de insumos y reactivos para la toma de biopsias.
Tener servicios de salud aptos, es un derecho de
nuestro pueblo, por lo que el llamado es a ver más allá de lo que se ve… de las
formas… de lo que está oculto, y así lograr desmercantilizar la salud, desmedicalizar
la vida y garantizar el derecho a la salud y la vida de los venezolanos.
La OPS alerta que para 2030 el número de mujeres
diagnosticadas con este tipo de cáncer, puede aumentar a 34 % en el continente
americano. “En Venezuela somos más de treinta millones y la mitad son mujeres.
La mujer tiene un riesgo de 12 a
13 % de desarrollar cáncer de mama. Considerando todo esto, aunque hay
factores de riesgo no modificables, como la edad, el sexo, antecedentes familiares,
desarrollarse a temprana edad o tener menopausia a edad tardía, hay también factores
modificables en los que podemos trabajar, como la obesidad, el consumo de grasas, alcohol, el sedentarismo,
tomar hormonas, no tener hijos
o tenerlos a edad tardía.
Si en nuestro país se fortalecen y priorizan los
diferentes tipos de intervención, como la promoción de salud y prevención de
enfermedades, podemos evitar la aparición de esta patología letal y fomentar un
diagnóstico temprano, solo así podemos escapar de formar parte de esas
estadísticas que auguran organismos internacionales como la OMS y la OPS.
Referencias
Bibliográficas
1.
crisis
civilizatoria Renán Vega Cantor, revista herramientas de argentina, nº 42 2009 https://www.herramienta.com.ar/articulo.php?id=1052
2.
la
crisis mundial y su impacto sobre la salud y la vida oscar feo istúriz
3.
Programa
de prevención y control de cáncer de mama MPPS en Venezuela
4.
OPS/OMShttps://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=5041:2011-breast-cancer&Itemid=3639&lang=es
5. OMS
https://p.dw.com/p/3XEqV
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