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Remedio y Enfermedad una misma industria. Revisión de los agroquímicos y su relación con la Salud. Por.- Dr Ricardo León

 


El “desarrollismo” agrícola prácticamente exterminó la agricultura familiar y urbana, vemos como en los últimos 100 años se han impuesto los procesos industriales agrarios, generando mayor ganancia y proyectando a grandes escalas la producción con el empleo de procesos que han sido cada vez más químicos y físicos, utilizando recursos industriales de procesamiento en los que intervienen grandes “máquinas” y agroquímicos en los que suficiente evidencia ha demostrado como estos son incidentes directos en la Salud humana de forma muy negativa.

El modelo desarrollista de la agricultura obedece sin duda al afán de lucro de las grandes corporaciones de alimentos y a su vez de quienes producen los productos que intervienen en la producción agrícola en toda su cadena, aprovechando la rentabilidad de sus productos han generado control absoluto de la producción, procesamiento y comercialización de los alimentos en el planeta entero, como un fenómeno de globalización de la producción, vista como “positivo” porque según sus “expertos” garantiza el “abastecimiento”.


“El glifosato es un herbicida de amplio espectro y el que se produce en mayor cantidad a nivel mundial. Es la sustancia activa que se emplea en más de 750 formulaciones comerciales diferentes para usos agrícolas, forestales, urbanos y aplicaciones domésticas. Su uso ha aumentado fuertemente con el desarrollo de los cultivos transgénicos resistentes a glifosato” (Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer de la O.M.S) (1)

Sin duda en estos procesos industriales de la producción de alimentos está el empleo de los agro tóxicos, a pesar de la fuerte evidencia de su influencia negativa sobre la salud humana, sigue siendo su empleo y comercialización cada vez más creciente, ya que sin duda prevalece la tendencia de la sobre producción industrial de alimentos por encima de los problemas de salud de la población.

La Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC) de la O.M.S desarrolló una poderosa investigación que arrojó los siguientes datos importantes:

·        El glifosato ha sido detectado en el aire por fumigación, en el agua y en la alimentación.

·        Se han encontrado “evidencia de asociación positiva limitada” (no hay certeza absoluta de relación causal) en seres humanos de la carcinogenicidad del glifosato.

·        En estudios de control de caso por exposición ocupacional en los Estados Unidos, Canadá y Suecia se ha detectado un aumento de los riesgos de contraer linfoma no Hodgkin, incluso después de controlar la concurrencia con otros plaguicidas, aunque en el estudio de cohorte de Salud Agropecuaria no se ha notado un incremento significativo de este cáncer.

·        En ratones de sexo masculino, un estudio ha probado que el glifosato provoca una tendencia positiva de desarrollar carcinoma túbulo renal, un tumor muy raro. Un segundo estudio en ratones machos encontró también una tendencia positiva de hemangiosarcoma. En otros dos estudios con ratas macho, el glifosato aumentó los islotes de adenoma de células pancreáticas. Una formulación del glifosato promueve tumores de piel en estudios con ratones.

·        Se ha detectado glifosato en sangre y en orina de trabajadores agrícolas, lo que indica que es absorbido.

·        Se sabe que los microbios del suelo degradan el glifosato en aminomethylphosphorico (AMPA). Se ha detectado AMPA en sangre tras envenenamientos lo que sugiere que se produce metabolismo microbial en seres humanos.

·        El glifosato y las formulaciones comerciales con glifosato inducen daño en cromosomas y en ADN de mamíferos y en células humanas y animales in vitro.

·        Un estudio informaba de incremento de marcadores en sangre de daños cromosómicos en residentes de diversas comunidades rurales después de fumigar con agrotóxicos que contienen glifosato.

Tras todas estas evidencias, el grupo de trabajo del IARC calificó al glifosato como “probablemente carcinógeno en humanos” (categoría 2A) porque, aunque la evidencia es “limitada” en humanos, es “suficiente” en animales y se combina con estrés oxidativo y genotoxicidad en pruebas mecánicas; es decir de 3 niveles de análisis, 2 son concluyentes y uno limitado. Sólo hay una categoría superior a ésta (Grupo 1) cuando también se concluye relación causal en humanos; entonces la calificación es rotunda: “carcinógeno en humanos”.

Hay muchos tipos de agrotóxicos en el mercado, aunque son llamados “Agroquímicos”, la tendencia actual en el uso ha sido progresivamente rápida en la presencia prácticamente en todos los rincones del planeta. En España por ejemplo su presencia en los cultivos industriales es evidente, entre el 2011 y 2015 se usaron 73.000 toneladas de agrotóxicos por año, convirtiendo a España en “El campeón de Europa en el uso y abuso de químicos para la agricultura”, según un artículo de “El Confidencial”.

“La industria de los productos químicos usados en la agricultura facturó en España 1.100 millones de euros en 2016, según la patronal de los fabricantes AEPLA”. (1)

Uno de los grandes debates en el mundo entre la “ciencia” que intenta muchas veces ser objetiva y otra que parece no importarle tales usos sobre la agricultura y la salud humana, es precisamente entonces la “inocuidad de los alimentos”, en España y en Europa existe regulaciones muchas veces tímidas al respecto, que ameritan mayor rigurosidad científica para contrarrestar los efectos, debido a que mientras mayor es el uso de estos productos mayor los resultados negativos sobre la salud humana tendremos. Es evidente que enfermedades respiratorias crónicas aumentan su letalidad al exponerse a estos, así como varios tipos de cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las malformaciones. Sólo basta recordar como el empleo de estos productos sobre grandes poblaciones rurales en Vietnam han producido defectos congénitos y en la salud por décadas en este país, además enfermedades metabólicas como la Diabetes tipo 2 en los que ya hay fuertes evidencias que al consumir alimentos que han estado en contacto con los agrotóxicos causan esta enfermedad que termina siendo de una gran complejidad y un problema de salud pública por las múltiples complicaciones y la necesidad del uso de los servicios y adquisición de medicamentos a consecuencia de tener DM tipo 2.

 

“El uso generalizado y la bioacumulación de plaguicidas en el medio ambiente provocan la contaminación del aire, el agua, el suelo y los recursos agrícolas. Una gran cantidad de evidencia apunta a la asociación entre la exposición a pesticidas y el aumento en la incidencia de enfermedades crónicas, p. Ej. Cáncer, defectos de nacimiento, trastornos reproductivos, enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares y respiratorias, trastornos del desarrollo, trastornos metabólicos, trastornos renales crónicos o enfermedades autoinmunes. Los compuestos organofosforados se encuentran entre los plaguicidas más utilizados. Un creciente cuerpo de evidencia sugiere la posible interdependencia entre la exposición a pesticidas organofosforados (OP) y el riesgo de obesidad y diabetes mellitus tipo 2 (T2DM)”. (2)

La obesidad y la diabetes se han convertido ahora en una enfermedad metabólica de proporciones pandémicas. En 2016, más de 1.900 millones de adultos en todo el mundo tenían sobrepeso y de ellos más de 650 millones eran obesos. La prevalencia mundial de obesidad casi se triplicó entre 1975 y 2016 (http://www.who.int/en/news-room/fact-sheets/detail/obesity-andoverweight). La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a 422 millones de personas en todo el mundo en 2014, y es la causa directa de aproximadamente 1,6 millones muertes en 2015”. (2)

Este poderoso estudio hace una revisión de la influencia de la bioacumulación de plaguicidas en el ambiente y como estos son nocivos para la salud humana, sobre todo en el desarrollo de la obesidad y la Diabetes tipo 2. No obstante los patrones de consumos impuestos siguen sin mayores restricciones que además obligan a que se produzcan alimentos en la forma agresiva y depredadora de la naturaleza. Es por eso que el actual modelo de producción agrícola es un modelo de exterminio del planeta y de la vida, es necesario e impostergable las alternativas a  este modelo que no exponga a los seres humanos a toxicidad y no ponga en peligro la biodiversidad del planeta y así su equilibrio vital.

 

“La etiología de la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) estáestrechamente relacionada con la obesidad y la resistencia a la insulina. Se ha informado que la exposición crónica a Clorpirifos (CPF) causó aumento de peso en el tejido adiposo. Meggs y Brewer (2007) han demostrado que una exposición crónica a Clorpirifos (CPF) en ratas resultó en una masa corporal significativa incrementada”.

El clorpirifos es un insecticida organofosforado ampliamente utilizado en el control de plagas agrícolas - principalmente en cultivos de soja, maíz, trigo y girasol- que actúa inhibiendo la acetilcolinesterasa y causando envenenamiento por colapso del sistema nervioso del insecto.

“La aplicación de pesticidas presenta un riesgo significativo para la agricultura, trabajadores y sus familias. Se ha demostrado que la exposición a los pesticidas puede resultar en un metabolismo anormal de la glucosa, aumentando el riesgo de diabetes entre las poblaciones agrícolas. El estudio “La salud agrícola (AHS)” es un gran estudio de cohorte prospectivo longitudinal realizado en 1993, que incluía a agricultores y sus cónyuges de Iowa y Carolina del Norte en un intento por descubrir cómo la agricultura, el estilo de vida y los factores genéticos afectan la salud de las poblaciones agrícolas (Alavanja et al.,1996)”. (2)

 

La poderosa evidencia que respalda la teoría sobre la influencia negativa de los agroquímicos sobre la salud humana y la naturaleza está carente de difusión masiva, puesto que es información que podría generar desequilibrio comercial en toda la industria de alimentos, ya que toda la cadena está estrechamente vinculada con la “rentabilidad” de los productos de origen químico que aumentan la producción en menor tiempo, pero en consecuencia contaminan el aire, los suelos y los ríos, además dejando un saldo grandísimo de enfermedades y muertes en todo el mundo. Esto quizá explica porque Monsanto por ejemplo compró a la Bayer, “Remedio y Enfermedad” una misma industria.


Comentarios

  1. ¡Muy bueno!
    Un análisis digno de ser divulgado...necesario para la discusión...

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