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Proclama sobre el COVID-19 por.- OSIMAVEN





Proclama ante la Pandemia COVID-19: 


Ante la Opinión Pública Nacional e Internacional, hoy 7 de Abril, día mundial de la Salud, decretado así en 1948 durante la primera Asamblea Mundial de Salud, donde se propuso que se estableciera un “Día Mundial de Salud”, desde 1950 se viene “celebrando” cada 7 de abril, todos los años eligen un tema de Salud específico, para destacar áreas de interés para la Organización Mundial de la Salud (O.M.S). Queremos hacer de su conocimiento, en éste preciso momento histórico, que vivimos una intensa crisis, o emergencia Sanitaria, inducida o no, pero real. Dejarle a ustedes, a quienes nos leen, bien claro cuál es la posición de muchas y muchos trabajadoras y trabajadores de la Salud, investigadores, de las ciencias básicas y sociales, pobladoras y pobladores de la tierra, preocupados profundamente por el impacto que es evidente está teniendo el “COVID-19”, nombre de la patología que asignó la O.M.S y la Clasificación Internacional de las Enfermedades por sus siglas C.I.E, Clasificación que existe desde 1.850, la O.M.S asumió esta clasificación en 1.948 cuando publicaron para entonces la 6ta edición, desde ese momento han ido publicando ediciones donde actualizan el listado para lo que ellos consideran reúne los criterios para lo que debe considerarse una “Enfermedad”. 


La C.I.E. es un sistema de clasificación de eje variable. Su estructura se ha desarrollado a partir de la propuesta por William Farr en la época en que comenzaron las discusiones internacionales sobre la estructura de una clasificación. Su esquema fue que, para todos los propósitos prácticos y epidemiológicos, los datos estadísticos relativos a las enfermedades debieran agruparse de la manera siguiente: 

  • enfermedades epidémicas 
  • enfermedades constitucionales o generales 
  • enfermedades localizadas ordenadas por sitios 
  • enfermedades del desarrollo 
  • traumatismos. (1) 

El 23 de Septiembre del 2019 durante la reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la O.M.S declaró “Al mundo le quedan 11 años para honrar los compromisos adquiridos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y la cobertura sanitaria universal es crucial para garantizar que efectivamente se honran los compromisos”. (2) 

Además agregó “La cobertura sanitaria universal es una elección política: hoy los dirigentes han demostrado que están dispuestos a asumirla. Y les felicito por ello”. (2) 



Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que han trazado los ya citados organismos Internacionales plantean entre tantos lo siguiente: “garantizar una vida sana y el bienestar de todos a todas las edades, meta relacionada con la salud de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, 

Sin duda un gran “Reto” que el COVID-19 evidenció de forma taxativa que no han sido cumplidos y ni siquiera estamos encaminados para tal fin, tan solo hacer una revisión de los países del “primer mundo”, que han sido más afectado por esta Pandemia, queda en evidencia y ante los ojos del Mundo, que el Sistema de Gestión Sanitaria, donde la O.M.S lleva la rectoría, caducó, y su caducidad lleva en su “alma” bastantes cifras negativas y Mortalidad a cuestas. 

Pero, ¿es Realmente el COVID-19 más letal que otras enfermedades u otras entidades que representan amenazas para la estabilidad humana? 

· 8.500 Niños y niñas mueren al día por desnutrición según estimaciones de la UNICEF, esto representa más de 3 millones por año aproximadamente. 

· En el 2017 cerca de 6,5 millones de niños menores de 15 años fallecieron por causas prevenibles, según datos de la misma O.M.S y la UNICEF, esto supone una muerte infantil cada 5 segundos. 

· La Cardiopatía Isquémica y la Enfermedad Cerebro Vascular sólo en el 2016 ocasionó 15 millones 200 mil muertes en el mundo, cabe destacar que estas enfermedades están dentro de las “prevenibles”, y son la principal causa de muerte del mundo en los últimos 20 años. 

· La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) causó tres millones de fallecimientos en 2016, mientras que el cáncer de pulmón, junto con los de tráquea y de bronquios, se llevó la vida de 1,7 millones de personas. 

· La Diabetes Mellitus además de su rápido crecimiento y su alta tasa de hospitalización y tiempo de estancia, por las complicaciones agudas y crónicas que ésta presenta, según estimaciones la misma O.M.S advierte que ya una (1) de cada 11 personas en el Mundo padece esta enfermedad, esto representa cerca de 422 millones de adultos. En el 2016 alcanzó la cifra estimada de 1,6 millones de personas fallecidas por esta patología. 

· Las muertes atribuibles a la demencia se duplicaron con creces entre 2000 y 2016, lo cual hizo que esta enfermedad se convierta en la quinta causa de muerte en el mundo. 

· Las infecciones de las vías respiratorias inferiores continúan siendo la enfermedad transmisible más letal; en 2016 causaron tres millones de defunciones en todo el mundo. (No existía el COVID-19) 

· 1,4 millones de muertes en 2016 son atribuibles a Enfermedad Diarreica Aguda. 

· 1,3 millones de fallecimientos pertenecen a la Tuberculosis. 

· 1,1 Millones de personas se les atribuye como causa de muerte el VIH/SIDA. 37,9 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo (al cierre de 2018), de los cuales sólo 24,5 millones de personas tenían acceso a la terapia antirretrovírica (al cierre de junio de 2019). 

· Los accidentes de tránsito se cobraron 1,4 millones de vidas en 2016; alrededor de tres cuartas partes de las víctimas (el 74%) fueron varones. 

· El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2015, ocasionó 8,8 millones de defunciones. Casi una de cada seis defunciones en el mundo se debe a esta enfermedad. 

· Cerca del 70% de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos. 

· Alrededor de un tercio de las muertes por cáncer se debe a los cinco principales factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol. 

· Nueve de las 10 principales causas de muerte son por Enfermedades No Transmisibles, aunque en cifras absolutas el 78% de las defunciones por estas enfermedades ocurrió en los países de ingresos medianos y bajos. 

· La mortalidad por accidentes, que a nivel mundial es de 18,8 defunciones por cada 100 000 habitantes, es más acusada en los países de ingresos bajos, donde alcanza las 29,4 defunciones por cada 100 000 habitantes. Los accidentes de tránsito también se encuentran entre las 10 causas principales de muerte en los países de bajos y medianos ingresos. 

Hasta éste momento sólo hemos hecho referencia a “causas de muerte” no atribuibles al COVID-19, que para el momento ha cobrado la vida de más de 60mil personas en todo el mundo, ésta considerada de una “letalidad moderada”, puesto a que lo más alarmante desde el punto de vista estadístico y epidemiológico son sus niveles de propagación y contagio, que ya ha superado las “predicciones” sobre este nuevo coronavirus, que superan el millón 200 mil personas con una velocidad de propagación para hoy de más de 76 mil casos por día, donde sólo EEUU tiene cerca 331mil casos, España con 130 854 casos tiene una tasa de letalidad de 9,6 % superada por Italia con una tasa actual de letalidad de 12, 3 %. Estos últimos países Europeos, tuvieron el último año un reducción porcentual cerca de 50 puntos de su inversión hacia el sistema público de Salud, además una capacidad reducida de camas hospitalarias también cerca del 50 %. Pero la situación más crítica es la de EEUU, que en tan poco tiempo ha superado y hasta triplicado en número de casos reportados en China, además hay que recordar que EEUU prácticamente no tiene sistema Público de Salud, y su inversión estadal para ese sector sólo ofrece cobertura a un 5% de su población. 

Sin duda no tomar decisiones a tiempo ha sido un factor determinante ante la actual Pandemia, por ejemplo no se justifica que en pleno siglo XXI; en la era donde las comunicaciones y las redes son tan efectivas, tengamos tal impacto sobre los pueblos del mundo. Hay que recordar que la llamada “Peste Negra”, afectó a Eurasia en el siglo XIV y las estimaciones de personas fallecidas solo en Europa superan las 25 millones de personas. 

Las medidas de distanciamiento social sugeridas como aplicación de protocolos de control epidemiológico por la Organización Mundial de la Salud, son o no adoptadas por los países según sus criterios, según sus legislaciones y mecanismos de toma de decisiones. Lo que si es cierto, es que la tendencia estadística mundial, y el comportamiento de ésta Pandemia, da la razón a los países que han tomado medidas de control tempranas, no hay dudas de que los mecanismo de cortar la propagación han ofrecido importantes resultados a los países que lo han aplicado con rigurosidad y disciplina. Vemos como China hoy supera el 92 % de recuperación de sus pacientes con COVID-19, ya con una cantidad muy reducida de nuevos casos, todos estos nuevos importados, para lo que están ampliando sus medidas estrictas de control para con los viajeros que entran al país. 

Otro caso ejemplar es el de nuestro país, Venezuela maneja actualmente una tasa de recuperación por encima del 33 %, y se maneja entre el 28 y 34% en los últimos 10 días, además el comportamiento al contrario de países como Brasil, Ecuador, Perú, que tienen crecimiento exponencial de casos, Venezuela entonces tiene un comportamiento bien reducido de nuevos casos; donde toda evidencia arroja la importancia de las medidas de “cuarentena colectiva” la efectividad propicia para estos excelentes resultados, si a esto le sumamos, que desde un principio se están aplicando los protocolos terapéuticos adecuados, entre los que se perfilan el uso del Interferón Alfa 2B, la Cloroquina, la Azitromicina, además en los días posteriores se anexó a dicho protocolo, el cerco epidemiológico, ofreciendo profilaxis terapéutica a las personas que tuvieron contacto con los casos confirmados de COVID-19. 

Venezuela hoy es un país asediado por la principal potencia armamentista y financiera del Mundo: EEUU, esto representa una persecución económica y comercial sin precedentes en la Historia, esto hace que el pueblo Venezolano tenga más cuesta arriba sus capacidades de adquisición de insumos médicos y medicinas en el mundo, así como se hace extremadamente difícil la potenciación y reparación de sus equipamiento médico asistencial y Diagnóstico. Afortunadamente Venezuela tiene 20 años construyendo un modelo de medicina social, con una poderosa línea de atención primaria de Salud, con la formación de médicas y médicos hasta para la exportación, recibiendo en su territorio además personas de toda la América para formarles bajo un esquema de aprendizaje adaptado a los nuevos paradigmas de la enseñanza en las ciencias de la Salud, con compromiso humanista y social, pero con alta competencia Científica, modelo que existe sólo en Cuba y ahora en Venezuela. 
Pero ¿porque “altos ejecutivos”, culpan precisamente al COVID-19 de sus precarios niveles de cobertura ante lo que es evidente el fracaso de los sistemas de salud Pública en las principales potencias del mundo? Del que sólo China se salva, porque no sólo tuvo la capacidad de erradicar la propagación, sino que tiene la tasa más alta de recuperados (93%) con una tasa de mortalidad 3 veces más baja que Italia por ejemplo. Pues la respuesta es que China fue hasta capaz de construir infraestructura de alta complejidad en poco tiempo, sólo para pacientes COVID-19, China ofreció un abordaje masivo de pruebas rápidas para COVID-19, además de todo el protocolo terapéutico y de prevención de sus pacientes y su personal médico, dicho modelo ahora emulado por países como Cuba y Venezuela, con las limitaciones que todas y todos conocemos del Bloqueo y asedio que tienen estas naciones. 

Un fracaso de modelo se está evidenciando, frente a quienes “orgullosamente” hasta el 2019 gritaban por sus medios masivos de manipulación que el “Modelo Social de Gestión Pública” había fracasado, sobre todo en el sector salud, por eso vemos como países como Colombia y Chile, tiene un alto porcentaje de sus sistemas privatizados y manejados por el gran Capital transnacional, por supuesto Brasil, Ecuador y otros países donde el preludio a una total privatización ha sido la fragmentación de sus sistemas de Salud. 

Si además de todo lo ya visto en este trabajo, le anexamos como venimos arrastrando serios problemas ecológicos con incidencia directa en la Salud de los Pueblos del mundo y su vida, vemos que el panorama no está muy favorable, pues ésta crisis que hoy las grandes “potencias” plantean atribuirle al COVID-19, sin hacer realmente un análisis estructural sobre la causa y el efecto, vemos entonces como seguimos siendo regidos por organizaciones que a pesar de su lógica caducidad práctica, no terminamos de comenzar a resolver los problemas fundamentales del planeta. 



Durante décadas, muchos agroecólogos/as han denunciado los impactos de la agricultura industrial en la salud humana y en los ecosistemas. Los monocultivos a gran escala ocupan alrededor del 80% de los 1.500 millones de hectáreas en todo el mundo. Debido a su homogeneidad genética y por tanto baja diversidad ecológica, son muy vulnerables a las infestaciones de malezas, invasiones de insectos, epidemias de enfermedades y, recientemente, al cambio climático. 

Para controlar las plagas, se aplican alrededor de 2.300 millones de kg de pesticidas cada año, de los cuales menos del 1% alcanza las “plagas objetivo”. La mayoría de los pesticidas termina en los sistemas de suelo, aire y agua, causando daños ambientales y en la salud pública estimados en más de U$10 mil millones al año, solo en los Estados Unidos. Estas cifras no incluyen los envenenamientos por pesticidas que, a nivel mundial, afectan anualmente a aproximadamente 26 millones de personas. Estos cálculos, tampoco consideran los costos asociados a los efectos tóxicos agudos y crónicos que causan los pesticidas a través de sus residuos en los alimentos. (3) 

Sin duda toda una complejidad causal de las enfermedades e inequidades en Salud para nuestro Planeta y sobre todo para Nuestra América que sufre los “aletazos” del Gran Capital y las transnacionales que siguen sus intenciones Monrouistas y sus políticas al estilo Neoliberal de usarnos como Patio Trasero. 

En este Contexto, donde existe una crisis real y ya decretada, donde por más que intenten ocultarla, surge como el Ave Fénix el constructo social, de la “Salud Colectiva”, al mundo no le queda otra alternativa, que enrumbarse por ese camino, epistemológico construccional y conectivista, que nos incluya a todas y todos en una misma Obra: La Salud. 

Es que esto es un hecho genuino y transdiciplinario, donde le proceso “Salud-Enfermedad” sólo visto así, es un hecho abstraído de la realidad, y no a la Salud como herramienta o escudo Social y Transversal, que proteja y eduque a todo un Pueblo que esta hambriento más de justicia que de Pan. 

El mundo actual merece que en campo ineludiblemente social de la Salud, sean abordadas con un “Nuevo paradigma”, una “Nouva Scienza”, Attinger propuso el análisis de políticas de salud a partir de modelos sistémicos dinámicos desde una perspectiva teórica de la complejidad, integrando los niveles micro y macro y las transformaciones de los sistemas de salud. Castellanos y Almeida-Filho, de manera independiente, pero en forma simultánea, sistematizaron propuestas equivalentes y complementarias de uso de estos nuevos abordajes paradigmáticos para la construcción metodológica del objeto de la investigación epidemiológica. Tales propuestas vienen siendo ampliadas y difundidas con el objetivo de fomentar una producción científica concreta, capaz de alimentar efectivamente un posible paradigma nuevo. (4) 

El mundo amerita más ciencia que resuelva problemas estructurales que sólo ciencia abstracta que no obedece a los intereses propios de la humanidad, el mundo merece más y mayor capacidades de producción de conocimiento liberador y no el actual modelo de “secuestro” académico de los conocimientos y el saber. Estamos frente a una encrucijada histórica que no nos va permitir ni perdonar más indefinición al respecto, puesto a que nuestro planeta tiene “Fiebre”, este síntoma no es más que un alerta a que los fracasados modelos adoptados hasta el momento no pueden seguir secuestrando los postulados y las esperanzas del mundo en salir de esta crisis, que es más moral que económica, y que también es sistémica, por lo tanto no hay y no existe otro camino que construir uno nuevo, donde la Salud con enfoque profundamente social y humano sea transversal en todos los sectores de la vida. 



Llanos y Montañas de Venezuela 

07 de Abril del 2020 

Redactado por el Observatorio Salud, Medio Ambiente e Impacto Social de Venezuela. 




Referencias Bibliográficas:



 












Comentarios

  1. Excelente análisis. Solo con consciencia colectiva lograremos los objetivos. Seguiremos trabajando para que asi sea.

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  2. Excelente análisis. Solo con consciencia colectiva lograremos los objetivos. Seguiremos trabajando para que asi sea.

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